- FONDA:
Nuestro
descanso fue en “El Capricho de la
Portuguesa” en la Calle Trinquet de Benialí. El sitio es encantador.
Posee cada habitación decorada de una manera distinta, nos dieron la denominada
“Al Azraq”, con alto techo abuhardillado, muy acogedora y de gran tamaño.
El
alojamiento posee un salón con sillones para relajarse y leer, otro con
chimenea y patio interior muy agradable en el que las noches de verano tienen
que ser espectaculares.
En el
acceso al patio hay una puerta a la derecha que conduce a la piscina interior,
al jacuzzi y a la zona de relax. Muy parecido a los baños árabes, con luz tenue
y velas, el espacio te invita a olvidarte de todo. El hotel ofrece masajes y en
las habitaciones hay albornoz para poder bajar a la piscina.
Toda la
casa está llena de detalles que la hacen más agradable, velas, flores, mantas,
cómodos sofás…
Te dan la
posibilidad de tomar algo cuando quieras, servidos por el personal del hotel,
nos tomamos una tarde dos cervezas a las
que además fuimos invitados.
Una de
las pegas del hotel es que carece de servicio de comidas, lo cal se suple con
la gran oferta de la zona, pero el excelente personal de la tarde no está
disponible por la noche, así que a la vuelta de la cena no hubo la posibilidad
de tomar algo conversando mientras bajábamos la comida y llegaba el sueño.
La
habitación tenía televisión, pero carecía de señal.
Ofrecen
dos tipos de desayuno, buffet y continental. Elegimos el buffet, pero deja
bastante que desear. El café es francamente malo, las tostadas de pan de molde
y la bollería industrial.
En
conjunto el sitio es precioso y muy agradable, descuidando solo los detalles a
nivel gastronómico. En resumen el precio de la habitación sin desayuno resulta
un poco cara si no aprovechas la zona de baños (125,00 € noche).
Fecha de visita: Diciembre 2010
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