19 feb 2013

LOGROÑO

- CAMINO:
No ha sido nuestra primera visita a la capital riojana, normal, si Logroño se caracteriza por algo, además del vino, es por su afluencia de visitantes. Atrae al turismo.
El centro es pequeño y se recorre en un santiamén. Está todo muy concentrado y en muy poco espacio, así que es fácil verlo dando un paseo.


En los alrededores del Yacimiento de Valbuena hay amplios espacios donde aparcar, así que lo mejor es dejar el coche ahí y adentrarnos andando en el centro.
Logroño se sitúa junto al río Ebro, ruta antigua comercial de la ciudad, sus orígenes se encuentran en el 574 y en la destrucción de la antigua ciudad a manos de Leovigildo y del Cid Campeador.
Situado en el camino de Santiago es punto importante en el paso de los peregrinos, los cuales siempre son bienvenidos. Consiguió sus Fueros de manos de Alfonso VI en 1.095 lo que facilitaron el desarrollo económico y político de la ciudad.
Desde la Plaza Alférez Provisional tomamos la principal vía de la población, la Calle Portales. Porticada, como su propio nombre indica, se construyo para unir dos puertas de la muralla. 


Al principio de la misma nos encontramos el “Centro Cultural IberCaja La Rioja” y “La Gota de Leche”, espacios destinados a exposiciones y eventos.
A continuación está el “Parlamento de la Rioja”, con entrada por la calle paralela, la de San Nicolás, situado en el antiguo “Convento de la Merced” con portada clasicista del S. XVII, formó parte de la muralla de la ciudad.  Alberga también la biblioteca y sala de exposiciones.


Después nos encontramos con la Plaza de San Agustín donde nos hallamos con el edificio neobarroco de “Correos” y se divisa al fondo el “Museo de la Rioja”, construido en 1.752, de estilo neoclásico, planta rectangular y torre central, perteneció a doña Jacinta Martínez de Sicilia, esposa del general Espartero.


A la altura de la Calle Capitán Galarza podemos acercarnos al “Mercado de San Blas” y finalmente la Concatedral.  


La “Colegiata o Concatedral de Santa María la Redonda” se remonta al S. XII. La primera iglesia románica de posible planta poligonal o circular, de donde le queda el nombre, ha sufrido gran cantidad de reformas y restauraciones que han dado paso al templo actual. 


La portada barroca con dos torres gemelas posee una fabulosa portada en forma de nicho esculpida con columnas, estatuas, medallones e infinidad de ornamentos.
En el interior tres naves de igual altura, sin crucero, cobijan en la trasera del retablo barroco un calvario atribuido ni más ni menos que a Miguel Ángel.


Salimos de la Concatedral y continuamos hasta el “Palacio de los Chapiteles” que era el Ayuntamiento hasta que en 1.980 se trasladó a un edificio más actual realizado por Rafael Moneo.
En la Plaza de San Bartolomé están la Casa de los Periodistas y la de la Imagen, así como la “Iglesia de San Bartolomé”. Gótica de los S. XII-XIV, posee tres naves, crucero y tres ábsides románicos. Torre reconstruida en estilo mudéjar aragonés y espléndida portada gótica del S. XIII con figuras que nos muestran escenas del santo y de la Biblia. En su interior sin retablo, hay dos sepulcros con las estatuas yacentes de dos caballeros y restos pictóricos en la cabecera.


Nos encaminamos hasta la Calle Puente pasando por el “Palacio del Marqués de Monesterio”, de estilo renacentista es la actual sede de la Seguridad Social y en la Calle Marqués de San Nicolás tenemos la “Iglesia Imperial Santa María de Palacio”. Donada por Alfonso VII de su palacio, de donde le viene el nombre, fue construida en el S. XIII sufrió grandes reformas. Del origen conserva algunas naves y la torre octogonal rematada con flecha gótica denominada por todo Logroño como “la aguja”. El retablo mayor es obra de Arnaut de Bruselas.


Por la travesía Palacio accedemos a la Rua Vieja que coincide con el camino de Santiago y donde se encuentra el “Albergue de Peregrinos” y la “Ermita de San Gregorio”, desaparecida en 1.971, se guardaron los sillares originales y se reconstruyó en 1.994.
En la Calle Barriocepo tenemos la “Iglesia Santiago el Real”, del S. XVI en estilo gótico decadente posee una nave de enormes dimensiones. Bóvedas de crucería con complicadas nervaduras se muestran tras una gran puerta de estilo barroco coronada por un arco a modo de hornacina con estatua de Santiago.
Seguimos andando pasando por la “Casa de la Inquisición”, con restos de la muralla en su interior, el “Palacio Legarda” y finalizamos en las “Murallas de Revellín” y su puerta de la época de Carlos I, junto al lugar donde hemos dejado el coche.


Y ahora tenéis dos opciones, coger el coche y una vez os habéis empapado de cultura dejáis la ciudad, o lo que es mi recomendación, quedaros y disfrutad de la otra gran atracción de esta tierra. Sus vinos. Os aconsejo una vuelta por la calle Laurel y alrededores para degustar la magnífica oferta de vinos y pinchos que os ofrece Logroño.
Fecha de visita: Noviembre 2012

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