Amplio
vestíbulo con la recepción a la derecha y paciente personal, mesitas con
butacas para esperar o charlar con el periódico del día a mano. Al fondo barra
de bar, como para cafetería, pero nunca vi a nadie atendiendo así que la lo
mejor había que pedirlo.
Las
paredes de los pasillos revestidas en madera y la decoración al huso de la
cadena hotelera.
La
habitación que nos dieron era interior, pero a un patio grande de manzana y era
bastante espaciosa, muy amplia.
Lo que
menos nos gustó, la distribución. El cuarto de baño estaba nada más entrar,
pero no el típico, un pasillito y puerta al baño, como en casi todos los
hoteles, no, aquí han querido innovar.
Abres la
puerta de la habitación y están los lavabos, una puerta a la derecha alberga el
WC con el bidé y la bañera, esto si está separado, por suerte. Y luego tras la
zona de lavabos hay una puerta que lleva a la habitación. Creo que el baño,
todo el baño, debe tener intimidad.
El resto sin
decepciones, como todos los NH, funcional y correcto. ¡Ah, si!, otra cosa, la
cama sonaba, deberían cambiarle el somier. (51,00 € noche).
Fecha de visita: Noviembre 2012
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