- PARADA:
Para cenar en Plasencia estuvimos en el “Succo” en la calle Vidrieras. Su barra de tapas es perfecta para unas cañas pero en esta ocasión decidimos acceder al restaurante. Es pequeño, con pocas mesas, por lo que conviene reservar. La decoración en tonos grises es relajante, solo salpicada de pequeños toques de verde en forma de ramas de bambú.
Nos sirvieron un aperitivo de cortesía consistente en papardelle con brandada de bacalao. Me sobraba la pasta.
Como entrantes pedimos carpaccio de ternera, que estaba muy bueno y parrillada de verduras, que estaba deliciosa a excepción de las setas, demasiado saladas.
Como plato principal, el solomillo de merluza estaba perfecto, pero los espárragos que lo acompañaban no se podían comer por lo salados que estaban, a su vez salaban la salsa y lo mejor era comer el pescado sin mezclarlo con lo demás del plato para no estropearlo.
Las chuletillas de cabrito con verdura en tempura no eran nada del otro mundo.
De postre pedimos surtido de sorbetes y helados y además de agua bebimos un Almirez.
Creo que al cocinero se fue la mano con la sal, lo que estropeó los platos, una pena porque el sitio promete. (50,00 € p.p.)
Fecha de visita: Abril 2011
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