Las nubes bajas y la lluvia nos llevaron de SanMillán de la Cogolla a Santo Domingo de la Calzada.
Nos recibió una ciudad cargada de historia. Fácil
de recorrer, hay que hacerlo despacio, para empaparnos de cada uno de los
detalles.
Lugar de paso de peregrinos y punto clave del Camino de Santiago, la ciudad gira en
torno a su Catedral y al eremita que
le da nombre, Domingo de la Calzada.
El eremita Domingo García, fundó una ermita y un
hospital y construyó la calzada que facilitaba el camino de los peregrinos
hacia Santiago. La ciudad creció en torno al núcleo fundado por Santo Domingo.
Aparcamos junto a un trozo de la muralla y
accedimos andando al casco histórico por la entrada del camino de santiago.
El pueblo es muy bonito, sus calles ofrecen
grandes casonas, palacios e iglesias hasta llegar a la catedral.
Por la Calle
Mayor, Camino de Santiago y arteria
principal del casco antiguo, que lo divide en dos atravesándolo por su centro,
nos encontramos la Abadía Cisterciense
del S. XVII de estilo clasicista.
La llamada Casa
del Santo es uno de los mejores Albergues de Peregrinos del camino.
Renacentista, del S. XVI, En la fachada posee los escudos del corregidor y su
esposa y en su interior se crían los animales que representan el Milagro del
Gallo y la Gallina que vemos en el gallinero de la Catedral.
Frente a ella está la Plaza de la Alameda, S.XVI-XIX, lugar donde los hortelanos vendían
la verdura, porticada y con una fuente que abastecía de agua a la ciudad hoy en
día es lugar de reunión de los peregrinos que se alojan en la Casa del Santo.
Continuando por la Calle Mayor está la Casa de Lorenzo de Tejada, S.XVII, gran
casona de estilo ecléctico con un magnifico doble artesonado.
En la Plaza
del Santo, situada en el centro del casco antiguo, tenemos la Ermita de la Virgen de la Plaza, patrona
de la ciudad cuyo templo dicen se construyó sobre el antiguo oratorio de Santo
Domingo.
El antiguo Hospital de peregrinos, construido
por Santo Domingo en la segunda mitad del siglo XI, con los troncos que
consiguió gracias a su “milagrosa” fuerza, ya que al pedírselos a los vecinos
del pueblo de Ayuela estos le dijeron que se llevara los que consiguiera cortar
con una hoz que llevaba al cinto y él ni corto ni perezoso con cada golpe
conseguía un árbol. El edificio actualmente es el Parador.
Junto a la ermita se encuentra el acceso a la torre exenta, construida entre 1767
y 1769 en estilo barroco, se asienta sobre los cimientos de otras dos mas
antiguas, está formada por tres cuerpos, de planta cuadrada los dos primeros y
octogonal el de campanas.
Presidiendo la plaza está la fachada de la Catedral
con su arco de medio punto,
imágenes en hornacinas y óculos circulares.
Lo de la Catedral es un ejemplo para otras
muchas. El acceso se realiza desde la Calle
del Cristo. Pagamos la entrada de 3,50
€ por persona que nos daba acceso al interior. Al contrario que en otras
podías hacer todas las fotos que quisieras. El bolso lo tuvimos que dejar en
unas taquillas.
Se comenzó su construcción en 1,158, de planta
románica posee un brazo mayor de 62 metros, crucero y brazo derecho convertido
en el sepulcro plateresco del santo.
El claustro
de estilo gótico-mudéjar, en cuya entrada desde la Iglesia se ve un ventanal
gótico con ajimez árabe, alberga el Museo Catedralicio, una exposición
bellísima de esculturas y pinturas religiosas.
De diversos siglos y distintas escuelas se trata
de una muestra de arte espléndida.
Al patio del claustro no se puede salir, ni ver,
las ventanas de arcos apuntados están cubiertas.
La sala
capitular destaca por la sillería del S.XVII y su alfarje mudéjar como
techo.
El mausoleo es el resultado de tres
intervenciones sucesivas, empezando por la lápida sepulcral y su estatua
yacente de dos metros que presenta al Santo con las manos sobre el pecho y
rodeado de seis ángeles. Cubre el conjunto un baldaquino de alabastro. El
monumento está rodeado por un zócalo de mármol y reja de hierro dorada y
policromada donde encontramos la hoz con la que el santo cortó los árboles para
construir el Hospital.
Bajo este espacio se construyó en 1.938 una
cripta que acoge las reliquias del santo.
El coro
plateresco presenta a Santo Domingo en la silla abacial, tallas detalladas con
imágenes de santos y sentencias en los respaldos.
El trascoro
está decorado por dos retablos con pinturas separadas por columnas
abalaustradas.
El recorrido por la iglesia está repleto de carteles que informan de cada rincón. Me
pareció genial. Las capillas laterales, los capiteles, la cripta...
La Capilla
Mayor, románica, alberga la zona más antigua de la catedral, posee
capiteles historiados, muestra tres arcos apuntados y el altar es moderno, de
madera, sin retablo, su retirada permitió descubrir la bella cabecera románica.
Solo una enorme cruz levitando en el centro, lo preside.
Aconsejo pararse un ratito a observar los
capiteles del deambulatorio y las historiadas pilastras del presbiterio, una de
las más bellas representaciones del románico.
El retablo
mayor, renacentista, del S.XVI con cuadro escultórico y zócalo de alabastro
y madera de nogal dorada, fue desmontado de su lugar original en 1.994 para su
restauración, por lo que se encuentra en un lateral. A las imágenes dedicadas
al Salvador, la Virgen y el milagro de la asunción se suman sirenas, centauros
y tritones lo cual le otorgan el hecho de una obra excepcional, ya que los
seres mitológicos fueron prohibidos por el Concilio de Trento en 1.545.
Recorremos despacio el resto de las capillas de
la Catedral, la mayor parte de ellas funerarias, como la Capilla de San Andrés o de Los Valencia, con tablero de madera policromada y dos
sepulcros pertenecientes a la familia.
La Capilla
del Santísimo posee algunos de los restos más antiguos de la Catedral, la
cubre una bóveda de crucería estrellada y destaca el sagrario en templete con
figura de la Inmaculada.
Podemos continuar visitando las Capillas de San Pedro, la de Santiago, la de San Jerónimo Hermosilla y la de San Juan o Santa Teresa, con sepulcros góticos y el de Pedro Suárez
de Figueroa en su centro y retablo mayor gótico cuyas figuras de la vida de
Cristo se adelantan al renacimiento.
Terminando con la Capilla de la Magdalena, de estilo gótico tardío resalta su
sepulcro, el retablo y la magnífica reja.
Y por supuesto no podemos olvidar el famoso gallinero, un habitáculo de piedra
labrada policromada de finales del gótico, con sus respectivos animales que son
el recuerdo vivo del milagro.
Cuenta la leyenda que una pareja de peregrinos de
Colonia, junto con su hijo, hicieron noche en un albergue de la ciudad. La hija
del mesonero, enamorada del joven, ante la indiferencia de este le colocó un
cáliz de plata entre el equipaje denunciándolo del robo. Castigado con la
muerte el muchacho fue ahorcado. Al abandonar la ciudad los padres se pararon
ante el cuerpo de su hijo, el cual les dijo que Santo Domingo le había
conservado la vida. Los padres corrieron a ver al alcaide, que les contestó que
su hijo estaba tan vivo como el gallo y la gallina que se disponía a comer.
Entonces las dos aves se cubrieron de plumas y se pusieron a cantar. El suceso
se recuerda con la frase “Santo Domingo
de la Calzada, que cantó la gallina después de asada”.
Salimos del templo y ya de noche continuamos por
la Calle Mayor que atraviesa toda la
parte antigua pasando por la Casa de
Trastámara, donde vivió y murió Enrique II de Castilla, la antigua Carnicería Municipal S.XVIII, con dos
inscripciones que nos cuentan la historia del edificio, la Casa de los Ocio S.XVII, de estilo barroco con escudo de los Ocio
sobre la cruz de Santiago, bonitos balcones y alero.
La Casa
del Alcalde Martínez de Pisón S. XVII, de estilo barroco con escudo de
armas en su fachada y desembocamos en las Murallas
Medievales del S.XIII, mandadas edificar por Pedro I “El Cruel” o “El
Justiciero”, según se le mire, para defenderse de su hermano Enrique II,
llegaron a tener 1.670 metros y un espesor de 2,5 metros. Siete puertas góticas
con escudo del rey permitían franquearla. Hoy en día es el mayor recinto
amurallado que se conserva en La Rioja.
Nos acercamos al convento de San Francisco, S.XVII-XVIII, de estilo herreriano en el que destaca
en su interior el crucero, donde en un principio se encontraban el mausoleo del
fundador, el Arzobispo de Zaragoza. Actualmente es Hospital, taller de
restauración y Parador, si señores, Santo Domingo de la Calzada tiene dos
Paradores.
Fuimos callejeando hasta la Plaza Mayor las cual se construyó junto con las murallas y que se
encuentra al norte de la ciudad antigua. Tenía plaza de toros, corral de
comedias y en ella se celebraba el mercado. Su situación deduce que la
originaria plaza mayor era la Plaza del Santo. Rectangular, enlosada y
presidida por el pórtico del piso bajo de edificio consistorial.
El Ayuntamiento
del S.XVIII, barroco, con soportales en la planta baja y miradores en la alta,
construido sobre una antigua puerta medieval, preside la plaza con su
estilizada espadaña central.
Me gustó mucho Santo Domingo de la Calzada, como
tienen montado lo de la Catedral me pareció una gran idea. Fantástico. Por
cierto, también había un belén napolitano impresionante con todos sus detalles
y figuras. El pueblo es muy bonito, sus casas, sus iglesias, me gustó mucho.
Volvimos a Logroño
con mal tiempo, mucho tráfico y mala carretera.
Fecha de visita: Noviembre 2012
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