Lo mejor del hotel “Casa de Cisneros” es su ubicación, en la misma calle que lleva su nombre, frente a la Puerta de los Leones de la Catedral de Toledo, mejor, imposible.
Lo peor, que no tiene ascensor, pero si una bonita escalera de madera que a través del antiguo patio nos lleva a las habitaciones.
Se trata de una antigua casa del S. XVI completamente restaurada y que posee restos de un antiguo palacio musulmán en el subsuelo, junto a la recepción un cristal en el suelo nos permite verlos.
Es un pequeño hotel familiar con la recepción y el comedor en planta baja y dos pisos altos dedicados a las habitaciones.
La nuestra, en el primer piso y con vistas a la Puerta de los Leones se llamaba “Cardenal Mendoza”, acogedora, con aroma a antiguo. Ladrillo, madera y forja la decora.
El baño es pequeño y la ducha más pequeña aún, la puerta se abre hacia dentro, la alcachofa casi no se puede sujetar y controlar el agua es una labor de ingeniería y precisión de los grifos, casi no te puedes mover y no hay sitio donde dejar las cosas como el gel, el champú o la esponja. Fuera de la ducha tampoco hay ningún sitio donde dejar el neceser.
No sé por qué nuestras camas estaban juntas y la única mesilla a un lado, cuando la distribución estaba clara con las camas separadas, cada una en su cabecero y la mesilla en medio. Pero no tiene importancia.
El colchón estaba protegido con un plástico, que es algo que me resulta muy desagradable, tanto por lo que suena como por el calor que da.
El desayuno lo sirven en el comedor de la planta baja. Hay buffet con fiambres, cereales, zumo de naranja, bollitos, pan integral y bollería. Te pasan lo que quieras por el tostador para que esté calentito. Y el café lo estropea todo, malo, muy, muy, muy malo.
¡¿Qué les pasa a los hoteles con el café?!
Pero no quiero dejar una mala impresión del hotel, es nuestra segunda visita y por algo será. En la primera nos dieron una habitación de la planta alta, pequeña, abuhardillada, tan acogedora y cálida que teníamos que volver. Es otra de las buenas cosas del hotel, se está tan a gusto que es perfecto para descansar de las largas caminatas por Toledo (81,00 € noche, incluido desayuno).
Fecha de visita: Abril 2011
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