22 mar 2011

SOS DEL REY CATÓLICO

- CAMINO:
Según el censo de 2.009, Sos del Rey Católico posee 690 habitantes, yo tengo mis dudas.
Llegamos a la localidad sobre las 13:00 horas de un sábado. Estuvimos cerca de hora y media recorriendo sus calles. Calles estrechas, empedradas, empinadas y casas de piedra con amplios sillares, puertas labradas y tejados de teja cerámica. La iglesia y la torre del Castillo se encuentran en lo más alto dominándolo todo, también posee un barrio judío con casas más estrechas y calles sinuosas. Bonitas vistas y mucha, mucha tranquilidad.


Es de gran admiración como Sos del Rey Católico ha conservado el legado arquitectónico preservándolo hasta nuestros días para poder admirar la población tal y como era antaño.


El pueblo invita a pasear y recorrerlo sin prisas parándose a observar sus blasones, ventanas, aleros labrados, llamadores de puertas… Y detenerse en las sillas en homenaje al rodaje de la película “La Vaquilla”, que se realizó en la población y leer los nombres de los actores y las frases que pronunciaban en la película. También hay una estatua a tamaño natural de Berlanga en la subida al castillo.
Nos adentramos en la parte antigua, prácticamente toda ella amurallada, por el Portal de la Reina, una de las siete puertas de entrada, las cuales se conservan en su totalidad. Tras recorrer la Calle Pons de Sorolla, llegamos a la Plaza de la Villa. De planta irregular destacan en sus fachadas dos edificios, la Casa de la Villa del S. XVI, con portada tardorrenacentista y bonito alero de madera labrada y el Palacio de los Gil de Jaz, de aspecto más sobrio. 


Dejamos a nuestra derecha la Casa Consistorial, pasamos por delante de la estatua de Berlanga y bajo el pasadizo donde se encuentra la entrada a la Cripta desembocamos en la puerta de la Iglesia de San Esteban. En la parte más alta de la villa se encuentra esta edificación con pinta de fortaleza, del S.XI, conserva su portada románica, con estilizadas esculturas representando escenas bíblicas.  


Subimos al Castillo, del cual solo se conserva la torre del homenaje y volvimos a descender callejeando hacia la Plaza del Mercado, para volver a la Plaza de la Villa por la Calle Gil de Jaz, admirando la preservación del entorno.


Volvimos por la Calle Fernando el Católico para pasar por el Palacio de Sada, lugar de nacimiento del Rey en 1.452 y el Palacio Español del Niño.
Bien, el pueblo es bonito, pero lo sería más si hubiera gente. En la hora y media que estuvimos recorriéndolo vimos a cinco personas, un sábado a la “hora del vermú” en un pueblo de España solo ves a cinco personas y resulta raro, raro, raro…
Tanta desolación daba lástima, como he dicho, el pueblo es bonito, pero es un pueblo sin vida y eso lo afea.
Fecha de visita: Septiembre 2010

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