Antes de
nuestra visita a Toledo leí sobre “El Café de las Monjas” en la Calle
Santo Tomé y lo ponían bastante bien, así que esperamos pacientemente a que una
mesa quedara libre y nos dispusimos a pasar un ratito descansando tomando un
café.
El rato
que estuvimos esperando nos dio tiempo para no decidirnos por ninguno de los
dulces.
Me
decepcionó un poco, no había ninguno que entrara por los ojos y salivara la
boca, así que no hubo pasteles, solo té y capuchino. Yo soy poco de dulce pero
mis compañeros de viaje pecan de lo contrario y aún así no hubo acompañamiento
para el café.
Para mí
el té estaba perfecto, pero por lo visto el capuchino no gustó nada.
Pero
bueno, el sitio es agradable, céntrico y ofrece un buen lugar para descansar y
charlar un rato. (2,50 € p.p.).
Fecha de visita: Abril 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario